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Porque en Rotary todo sigue siendo noticia.
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Mejores Prácticas
Movilidad para quien más lo necesita
Angie de laVega
Presidenta del Club Rotario Ciudad de México
Cuando llegamos al Centro Ceremonial Otomí no imaginábamos la cantidad de historias que nos tocarían el corazón. Pocas veces se tiene la oportunidad de conocer de primera mano a nuestros beneficiarios y en menores ocasiones, se hace en el corazón de la comunidad; por ello, esta entrega era realmente especial.
Los rotarios y rotarias del Club Rotario de la Ciudad de México recibimos un generoso donativo de sillas de ruedas gracias a la alianza entre la Wheelchair Foundation y nuestros queridos amigos del Club Rotario de San José, California, en Estados Unidos. No podemos recordar un donativo tan grande en los últimos años de actividad altruista de nuestro club.
El proyecto nació originalmente, antes de la pandemia, como uno de los que enmarcarían la celebración de centenario de nuestro club en 2021; sin embargo, dadas las condiciones sanitarias, tuvimos que suspender los trabajos. Por fortuna, ese tiempo de espera sirvió para consolidar la amistad con nuestros aliados y lo inició con 100 sillas de ruedas por nuestro primer siglo, luego se convirtieron en 240 piezas.
La entrega fue consolidada por el Comité del Centenario encargado de darle continuidad a los proyectos gestados durante la presidencia de Eduardo Macías. En septiembre de 2022 recibimos a una delegación de 14 personas (entre socios, donantes, familiares y amigos) entusiasmadas por acompañarnos en la entrega de las sillas de ruedas.
Con la idea de hacer una entrega estratégica y eficiente, organizamos dos grandes eventos: el primero en el mencionado Centro Ceremonial, y el segundo en la alcaldía Miguel Hidalgo de la Ciudad de México.
La Wheelchair Foundation estima que en México se requieren más de un millón de sillas de ruedas, por lo que sabíamos que 240 era un número significativo, pero muy importante para cada uno de los beneficiarios y sus familias.
En nuestro primer evento, el frío del bosque mexiquense se compensó con la calidez de la comunidad y sus autoridades. No sólo tuvimos la oportunidad de conocer a nuestros beneficiaros y a sus familias, también compartimos con ellos un espacio de convivencia en el que nos sensibilizamos aún más sobre las necesidades en la región.
Mujeres sin extremidades, adolescentes con trastornos mentales, niños que no tenían cómo moverse, en fin, todos con algo en común: el eterno agradecimiento en su corazón para Rotary y la Wheelchair Foundation.
Para el segundo evento, las sensaciones aún estaban a flor de piel. Vimos beneficiarios que llegaron en brazos de sus familiares, en sillas que ya no funcionaban o no eran las apropiadas para sus padecimientos. También fuimos testigos de las sonrisas y la chispa en sus ojos que —sin palabras— nos expresaron todo lo que ese momento significaba en su calidad de vida.
No cabe duda, las alianzas estratégicas son la clave para potenciar nuestros esfuerzos; gracias a esta magnífica experiencia renovamos el hermanamiento que nos une con el Club Rotario de San José, California y hacemos votos porque volvamos a encontrarnos en el camino del servicio. Muchas gracias a quienes nos acompañaron en este proyecto: socios y socias de nuestro club, voluntarios, autoridades locales de Temoaya y Joquicingo, Estado de México; así como al alcalde Mauricio Tabe y su esposa y a la revista Rotary en México, el mejor órgano de difusión para un proyecto sui géneris y de alto impacto como este.