Por: Francesco Arezzo Presidente de Rotary International
Revista Rotary en México – Edición #55 septiembre – octubre 2025
Cuando asumí el cargo de presidente de Rotary International, el momento llegó rápida e inesperadamente. Me hizo pensar en cómo el mundo puede cambiar en un instante, y en ese cambio, cómo Rotary tiene el poder de ser una fuerza constante para el bien. Este Mes de la Alfabetización y Educación Básica, tenemos un claro llamado a la acción: fortalecer los cimientos del aprendizaje en cada comunidad a la que servimos.
Millones de personas en todo el mundo siguen sin saber leer. Millones de niños carecen de acceso a la educación básica. Y, sin embargo, conocemos la solución: una educación sostenible, inclusiva y equitativa, especialmente para las niñas y los jóvenes marginados. La alfabetización es algo más que la capacidad de leer y escribir. Es la clave de la dignidad humana, la movilidad económica y la paz. Cada libro abierto, cada aula apoyada y cada profesor capacitado se convierte en un pilar de la paz.
Este año, el lema de Rotary es Unidos para hacer el bien. «Unidos» habla de la fuerza que encontramos los unos en los otros. Cuando unimos nuestros talentos y recursos -no sólo entre nuestros clubes, sino entre nuestros aliados, organizaciones y comunidades- ampliamos nuestro alcance. Y cuando lo hacemos con constancia a lo largo del tiempo, creamos un cambio duradero. El servicio de Rotary no puede medirse solamente en metas anuales. Nuestra labor en educación debe ir más allá de un solo año. Los proyectos de alfabetización tardan en echar raíces, crecer y dar frutos.
Ahora es el momento de pensar con audacia y creatividad. Los nuevos tipos de clubes pueden ayudarnos a implicar de nuevas formas, tanto a educadores como a estudiantes y simpatizantes. Aprovechemos este mes para dar la bienvenida a nuevos socios apasionados por la educación y facultemos a los ya existentes para que lideren proyectos de servicio que reflejen las necesidades locales. Tanto si construyen bibliotecas como si distribuyen libros de texto o asesoran a estudiantes, sus acciones importan.
La educación también es construcción de la paz. Cada beca que concedemos, cada programa para la primera infancia que apoyamos, cada clase de alfabetización de adultos que financiamos es un acto de paz. Y Rotary lleva más de un siglo construyendo la paz de esta manera.
No olvidemos que la lucha por la alfabetización no es solo cuestión de acceso, sino de equidad. Se trata de garantizar que todos los alumnos, independientemente de su origen, tengan la oportunidad de alcanzar su potencial. Y se trata de permanecer unidos -más allá de fronteras, idiomas y generaciones- para decir que la educación es un derecho, no un privilegio.
Unámonos para hacer el bien comprometiéndonos con la alfabetización duradera. Soñemos con un mundo en el que todos los niños aprendan a leer. Y luego, como Gente de acción, trabajemos juntos para hacer realidad ese sueño.
Juntos podemos cambiar vidas, empezando por el poder de la educación. Juntos, mantengámonos unidos para hacer el bien.